¡Ah, la UNAM! Ese sueño de miles, la meta académica por excelencia en México. Pero entre el deseo de entrar y la realidad de la preparación, a veces se interponen unas barreras muy curiosas: las excusas. Sí, esas joyitas de la creatividad humana que inventamos para justificar por qué no estamos dándole con todo al estudio. Si te sientes identificado, ¡no te preocupes! Estás en buena compañía. Hoy vamos a rankear las más absurdas, para reflexionar sobre el asunto.
Puesto #5: "¡Yo tengo mucha suerte"
Esta es un clásico. Se basa en la firme convicción de que el universo conspirará a tu favor el día del examen, sin importar si estudiaste o no. Llegas al examen con tu amuleto de la suerte, confiando en que por arte de magia recordarás las fórmulas de cálculo o las fechas de la historia de México.
La realidad: la UNAM no tiene un sistema de admisiones basado en la astrología o el azar. La suerte es un factor mínimo; el conocimiento, la práctica y la preparación son el 99%. A menos que tu amuleto sea un libro de texto gigante, esta excusa no te va a llevar a Ciudad Universitaria.
Puesto #4: "El examen es de opción múltiple, ¡con que le atine a la C ya la armé!"
La lógica detrás de esta excusa es que, al haber solo cuatro o cinco opciones por pregunta, la probabilidad de atinarle es alta. ¿Para qué estudiar si puedo confiar en mi instinto de adivinación? Algunos incluso desarrollan teorías complejas sobre patrones en las respuestas.
La realidad: si bien es cierto que el examen es de opción múltiple, las respuestas están diseñadas para confundirte si no tienes el conocimiento. La probabilidad de "atinarle" a suficientes preguntas para obtener un puntaje competitivo es, permíteme ser franco, casi nula. ¡No dejes tu futuro al "volado"!
Puesto #3: "Soy de esas personas que trabajan mejor bajo presión... ¡en la última semana lo saco!"
Esta es la excusa del "sprint final". Te convences de que tu cerebro funciona a máxima capacidad cuando el reloj corre en tu contra. Has procrastinado todo el año, pero te autoconvences de que una maratón de estudio en los días previos al examen será suficiente para absorber todo el temario.
La realidad: estudiar para la UNAM es una maratón, no un sprint. La cantidad de temas es extensa y la profundidad de comprensión que se requiere no se logra en unos pocos días de desvelo. El estrés de estudiar a última hora solo te llevará a la ansiedad y a una retención de información superficial. Tu cerebro te lo agradecerá si le das tiempo y constancia.
Puesto #2: "Es que no encuentro EL libro / EL curso / LA app que me inspire a estudiar."
Aquí entramos en el terreno de la búsqueda interminable de la herramienta "perfecta". Te pasas más tiempo buscando recursos que estudiando con los que ya tienes. Que si este libro no me gusta, que si el curso es muy caro, que si la app no tiene los colores correctos. Siempre hay un pretexto tecnológico o didáctico.
La realidad: si bien es bueno tener buenos recursos, la clave no es la perfección del material, sino tu compromiso con él. Hay muchísimos recursos disponibles. El mejor curso o libro es el que realmente abres y estudias, con disciplina. ¡Deja de buscar el Santo Grial de la preparación y empieza con lo que tienes!
Puesto #1: "Mejor no me preparo tanto, para no estresarme y para que no me duela tanto si no quedo."
Y llegamos a la campeona, la excusa que revela un miedo profundo al fracaso. Es la autoprofecía autocumplida. Si no te esfuerzas, no te sentirás tan mal si no obtienes el resultado deseado. Es una forma de protegerte emocionalmente, sacrificando tu oportunidad real.
La realidad: esta excusa es la más dañina de todas. No prepararte por miedo al fracaso garantiza el fracaso. El verdadero aprendizaje y crecimiento vienen de enfrentar los desafíos con todo. Si te preparas con seriedad, no solo aumentas drásticamente tus posibilidades de entrar, sino que también desarrollas disciplina, resiliencia y confianza en ti mismo, cualidades que te servirán para toda la vida.
¡Basta de excusas! Es hora de actuar |
Si alguna de estas excusas te sonó familiar (o peor, te sentiste directamente aludido), ¡felicidades! Has dado el primer paso: la auto-reflexión. La UNAM es un objetivo grande y merecedor de tu máximo esfuerzo.
No hay atajos, ni suerte, ni trucos mágicos. La única fórmula probada para el éxito es la preparación constante, inteligente y disciplinada.
Y si te preguntas cómo lograr esa preparación, la respuesta está en la práctica enfocada y la guía experta. En WIZI ACADEMY, sabemos que la práctica es la clave del éxito. Por eso, tendrás acceso a exámenes de simulación que replican fielmente las condiciones de la prueba real de la UNAM, para que te familiarices con el formato y gestiones tú tiempo de manera óptima.
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